El Cairo. EFE. Las Fuerzas Armadas egipcias han desplegado más de 120.000 oficiales y soldados, así como 6.000 vehículos militares para garantizar la seguridad del referendo constitucional, que comienza el próximo sábado.
En un comunicado difundido ayer por la agencia estatal de noticias Mena, el Ejército aseguró que movilizó unidades para proteger los colegios electorales y las instalaciones estratégicas en todas las provincias del país.
Además, colaborará con el Ministerio del Interior, que también estará encargado de la seguridad del plebiscito.
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ordenó esta semana al Ejército preservar la seguridad local durante el referendo, que se celebrará el 15 y 22 de diciembre.
Mursi emitió un decreto por el que a utoriza también a las Fuerzas Armadas egipcias a detener civiles y ponerlos a disposición de la Justicia. Además, los militares deben coordinarse con la Policía para velar por la seguridad en el país hasta que se anuncie el resultado del referendo.
El Ejército ya participó este año junto con la Policía en el mantenimiento de la seguridad en los pasados comicios legislativos y presidenciales.
Egipto está dividido por la celebración del plebiscito sobre la nueva Constitución, que fue aprobada por una Asamblea Constituyente de mayoría islamista y que la oposición laica denuncia como un instrumento para suprimir derechos.
El miércoles, el Frente de Salvación Nacional, que agrupa a gran parte de la oposición laica, anunció que no iba a boicotear el referendo pero pidió que se vote a favor del “no”, aunque condicionó su participación a que la votación se celebre en un solo día y con supervisión judicial completa.
Desde hace meses, los opositores laicos, que se retiraron de la Asamblea Constituyente, critican que la redacción de la nueva Carta Magna ha estado monopolizada por los islamistas.
La Comisión Electoral decidió el miércoles que la votación se desarrolle en dos jornadas, y no en una, tal y como se había establecido en un principio.
La razón para esa modificación, confirmada por medio de un decreto presidencial, es la falta de jueces que se han mostrado dispuestos a supervisar el plebiscito, ya que muchos magistrados boicotearán esa labor en rechazo a las últimas decisiones de Mursi.
Hasta el momento, unos 9.000 jueces se han ofrecido para vigilar el buen desarrollo de la votación, un tarea que la ley encomienda a los magistrados en Egipto.
Para los egipcios residentes en el extranjero, la votación comenzó ayer y más de 20.000 ya sufragaron, dijo el Ministerio de Exteriores.