Washington. AP. Mientras trabaja con el Congreso contra el reloj, el presidente Barack Obama dijo ayer que hay un acuerdo presupuestal “a la vista”, aunque señaló que todavía no se concreta y que las negociaciones seguirán antes de que expirara el plazo a medianoche.
El acuerdo incluiría elevar los impuestos para las familias que ganen hasta $450.000 al año, incrementar el gravamen a las herencias y extender un año el subsidio a los que llevan meses desempleados, de acuerdo con personas familiarizadas con el tema.
“Aun hay cosas por resolver, pero tenemos la esperanza de que el Congreso pueda lograrlo”, dijo Obama en un acto realizado en la Casas Blanca.
Ambas partes están estancadas sobre cómo manejar el recorte de gastos generalizado que entrará en vigor automáticamente hoy y cómo compensarlo. Un funcionario dijo que las negociaciones se centraban en un aplazamiento de dos meses en los recortes programados, pero que aún faltaba por acordar ahorros por $24.000 millones.
El mandatario, flanqueado por estadounidenses de clase media en un auditorio de la Casa Blanca, criticó al Congreso al decir que los legisladores retrasarían un acuerdo hasta el último segundo.
Lamentó que ni su gobierno ni el Congreso lograran un “gran acuerdo” para solucionar el crónico excedente en gastos del país, y dijo que con “este congreso, no podía suceder en este momento”.
Un acuerdo presupuestal evitaría que suban los impuestos y se recorte el gasto público, una combinación que ha sido denominada “precipicio fiscal”.
Muy poco tiempo. El plazo de medianoche se agotaba rápido.
El acuerdo en el que se trabaja podría reinstaurar la tasa de 39,6% al impuesto sobre la renta en familias que ganen más de $450.000 anuales, el mismo nivel que tenían con el expresidente Bill Clinton. Obama quería originalmente subir esa tasa a las familias que ganaran más de $250.000 anuales y los individuos con ingresos superiores a $200.000.
Además, elevaría la tasa tributaria de 35 a 40% a las herencias con valor superior a $5 millones.
Cualquier acuerdo general también es probable que incluya una cláusula que evite un aumento de la leche el próximo año y que se recorten en 27% los honorarios de los médicos que atienden a pacientes del programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos, Medicare.
Los cortes en gastos sociales como Medicare son anatema para el Partido Demócrata, pero los aumentos en las recaudaciones impositivas son anatema aún mayor para el Partido Republicano.
Obama se ha mostrado dispuesto a reducir algunos gastos del gobierno federal para contener el déficit del presupuesto, pero su fórmula se equilibra con un aumento de impuestos al 2% de la población que tiene ingresos anuales de más de $250.000 dólares.