“Es, creo, evidente por sí mismo que lo que sucedió en Bengasi fue un ataque terrorista”, expresó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
“Nuestra embajada fue atacada violentamente y el resultado fue la muerte de cuatro funcionarios estadounidenses. Así que, de nuevo, eso es evidente”, dijo Carney después de que el director del Centro Nacional Antiterrorista de EE. UU., Matthew Olsen, lo considerara como tal.
“También dejo en claro (Olsen) que en este momento no tenemos información suficiente que sugiera que se trató de un ataque planificado. Pero fue resultado del oportunismo, aprovechando lo que estaba ocurriendo como consecuencia del video que resultó ser ofensivo para los musulmanes”, añadió.
“Murieron (los funcionarios diplomáticos) en el transcurso de un ataque terrorista contra nuestra embajada”, dijo Olsen ayer en una audiencia ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE.UU., pero aseveró no tener “la información específica sobre la planificación de dicho ataque”.