EscucharWashington (AFP). Boeing sufrió un nuevo contragolpe este miércoles cuando las autoridades estadounidenses decidieron dejar en tierra su modelo 787 Dreamliner hasta que se resuelva el riesgo de incendio asociado con las baterías de litio del avión, medida que fue seguida por Japón, India y Chile.
Las dos compañías aéreas japonesas más importantes, JAL y ANA, dejaron en tierra el miércoles sus Boeing 787 Dreamliner inmovilizando la mitad de la flota global existente y dejándola fuera de servicio, pero esta decisión se vio reforzada por la Agencia Federal de Aviación estadounidense (FAA) que con una decisión similar elevó a 30, de los 50 existentes, el número de aviones que dejara de operar temporalmente.
A ella se sumó la decisión de las autoridades indias de inmovilizar sus seis aparatos y la de LAN Chile de hacer lo mismo con sus tres aviones.
“Como resultado de un incidente en la batería de un Boeing 787 durante un vuelo hoy (miércoles) en Japón, la FAA emitirá una directiva de aeronavegabilidad de emergencia para resolver un potencial riesgo de incendio en la batería del 787 y solicita a los operadores cesar temporalmente las operaciones”, dijeron los reguladores en un comunicado.
El director ejecutivo de la compañía, Jim McNerney, defendió a su empresa luego de la decisión de la FAA afirmando que “Tenemos confianza en que el 787 es seguro”, afirmó.
McNerney dijo en un comunicado que el gigante fabricante de aviones cooperará con la FAA y tomará “cada paso que sea necesario” para asegurar al público y devolver los aviones a servicio, añadiendo que la seguridad es “la mayor prioridad” para Boeing.
El presidente añadió que su compañía “lamenta profundamente” el impacto en los recientes eventos en los pasajeros y la compañías aéreas.
United Airlines, la mayor aerolínea del mundo y la única en Estados Unidos que cuenta con Boeing 787, con seis aparatos en servicio, afirmó que “obedecerá inmediatamente” la directiva de la FAA y redirigirá a sus clientes a otros vuelos.
La acción de la FAA fue provocada por un incidente en la batería durante un vuelo de All Nipon Airways (ANA) que resultó en un aterrizaje forzoso en Japón el miércoles, luego de otro suceso similar la semana pasada en un vuelo de ANA 787 en tierra en Boston.
“La raíz de estas fallas está actualmente en investigación”, dijo la FAA.
“Las condiciones, si no son corregidas, podrían resultar en daño a estructuras y sistemas críticos y el potencial de incendio del compartimento eléctrico”, añadió.
La FAA afirmó que había alertado a la comunidad de aviación internacional para que las autoridades de otros países pudieran llevar a cabo acciones similares.
Tras la decisión de la FAA, el viceministro de transporte de Japón, Hiroshi Kajiyama, afirmó que todos los Dreamliners operando en el país deberían quedar inmovilizados hasta que se verifique que las baterías son seguras.
ANA, la primera aerolínea del mundo en recibir los Dreamliner de Boeing luego de años de retraso en la entrega afirmó que el humo procedente posiblemente de una batería defectuosa obligó a los pilotos a aterrizar forzosamente un avión en Takamatsu, al suroeste de Japón.
La aerolínea precisó que los instrumentos de la cabina de mandos detectaron el humo dentro de un compartimento eléctrico y el ministro japonés de transporte, Akihiro Ota lo definió como “un serio incidente que podría haber derivado en un serio accidente”.
Nadie resultó herido de seriedad cuando los 129 pasajeros a bordo y ocho miembros de la tripulación debieron de ser evacuados en toboganes de emergencia.
Por su parte, el fabricante europeo Airbus defendió las baterías de litio-ión con las que equipa a sus aparatos, al igual que su rival estadounidense.
“Las baterías de litio-ión son una tecnología utilizada por varios fabricantes de aviones en modelos existentes o futuros pero pueden provenir de diferentes fabricantes y tener concepciones diferentes”, destaca Airbus en un mensaje de correo electrónico.
Las diferencias refieren sobre todo a los circuitos químicos, la protección electrónica, la capacidad o el número de células, añade el fabricante europeo.
A pesar de las expresiones de confianza de las compañías clientes, el problema del vuelo ANA 692 constituye de todas formas un revés para la reputación del Dreamliner, un avión que ya sufrió en repetidas oportunidades problemas técnicos durante sus primeros vuelos comerciales.
En total, al menos siete incidentes fueron registrados entre el 7 y el 16 de enero en los B 787 de ANA y JAL.
Entre los problemas que se presentaron figuran una dificultad con los frenos, un parabrisas resquebrajado en pleno vuelo y un escape de aceite en los aparatos de ANA, así como dos escapes constatados en un avión de JAL y un principio de incendio debido a una batería en un Dreamliner de la misma compañía después de su aterrizaje la semana pasada en Boston.
