Washington. AFP, AP. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró ayer en el discurso del Estado de la Unión a los ciudadanos que las reglas de la economía mundial cambiaron y que su país necesita impulsar la innovación para mantenerse competitivo.
En una franca evaluación de las realidades económicas de la actualidad, Obama dijo que muchos estadounidenses recuerdan los días antes de la globalización cuando trabajar duro significaba un empleo de por vida con una paga decente y buenos beneficios.
“Ese mundo ha cambiado, y para muchos el cambio ha sido doloroso”, expresó Obama.
“Las reglas han cambiado. En una sola generación, las revoluciones en tecnología han transformado la manera en que vivimos, trabajamos y hacemos negocios”, explicó Obama, señalando que las potencias emergentes como India y China ahora son altamente competitivas.
Pero añadió que los norteamericanos no deben rendirse en la lucha, al tiempo que afirmó que Estados Unidos tiene la economía más próspera del mundo.
Obama también prometió generar empleos y reducir el gasto, al sentar las bases para la segunda mitad de su mandato y para buscar la reelección.
En su discurso incluyó algunas de sus prioridades. Convocó a recortar el impuesto a las empresas, congelar parte del gasto federal, reformar la burocracia nacional y eliminar los proyectos que se abrazan solo por ser importantes para que algunos legisladores complazcan a los electores de ciertos distritos.
Por otro lado, anunció que viajará en marzo a Brasil, Chile y El Salvador, su primera gira por América del Sur y Central, para impulsar los lazos con estos aliados claves.
Reforma migratoria. Obama afirmó también ayer que EE. UU. debe resolver “de una vez por todas” la migración ilegal, al pedir un esfuerzo bipartidista para una reforma migratoria.
“Creo firmemente que debemos encarar, de una vez por todas, el tema de la migración ilegal”, indicó.
Agregó: “Estoy preparado para trabajar con republicanos y demócratas para proteger nuestras fronteras, hacer cumplir las leyes y ocuparnos de los millones de trabajadores indocumentados que actualmente viven en las sombras”.
El mandatario ha mantenido su compromiso con una reforma migratoria integral, que abra una vía para formalizar la situación de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, pero sus esfuerzos no han tenido mayor eco en el Congreso.
“Sé que el debate será difícil y tomará tiempo”, puntualizó .