Washington. AFP. El Gobierno estadounidense analiza la mejor estrategia para capturar a miembros de al-Qaeda en Yemen, sospechosos de estar detrás de los dos paquetes bomba enviados desde Saná, que fueron interceptados antes de llegar a su destino final, Estados Unidos.
El intento, desbaratado la semana pasada tras una información decisiva proveniente de Arabia Saudí, puso de relieve los esfuerzos de Washington para ayudar a Saná a combatir a los miembros de al-Qaeda en Yemen.
The Wall Street Journal informó de que el gobierno del presidente Barack Obama analizaba poner equipos de operaciones especiales bajo la autoridad de la CIA para actuar secretamente en el país, en la persecución de líderes de al-Qaeda. Sin embargo, el Pentágono desmintió fuertemente la información del diario. “Nadie con responsabilidades jerárquicas en el Departamento de Defensa consideró seriamente los propósitos señalados en el artículo”, expresó a la prensa el vocero Bryan Whitman.
“Actuamos muy estrechamente con el Gobierno de Yemen en materia de asistencia respecto de las actividades antiterroristas”, detalló Whitman.
Sin embargo, agregó: “Pero no me escucharán hablar sobre operaciones encubiertas”.
Para perseguir a al-Qaeda en Pakistán, Estados Unidos amplió dramáticamente sus operaciones con bombas lanzadas desde aviones no tripulados, y algunos analistas sugieren que Obama podría optar por una estrategia similar en Yemen.
Dado el riesgo de bajas civiles y el posible resentimiento de los ciudadanos con Estados Unidos, las operaciones contra al-Qaeda en Yemen son un tema sensible entre altos funcionarios estadounidenses, quienes tienden a restar importancia al papel de Estados Unidos en el terreno.