Las imágenes de los veleros navegando frente a la costa meridional británica con ocasión de la carrera “JP Morgan Asset Management Round The Island” se podían ver ayer en los televisores estadounidenses.
El director general de la petrolera británica estuvo el sábado, con su familia, para apoyar al yate
Pero la escapada del directivo de BP cayó muy mal del otro lado del Atlántico, dos meses después del inicio de la marea negra, cuando cada día aparecen nuevas imágenes de aves llenas de petróleo o playas contaminadas por los millones de litros de crudo que fluyen al golfo de México.
“Esto forma parte de una larga serie de errores de comunicación”, señaló Rahm Emmanuel, secretario general de la Casa Blanca, en una entrevista con la cadena ABC, difundida ayer.
“Creo que todos podemos concluir que Tony Hayward no comenzará una segunda carrera en el consejo de relaciones públicas”, ironizó el alto funcionario de EE. UU.
Un portavoz de BP se anticipó a defender el viaje de su jefe con su hijo a Gran Bretaña. “No importa dónde esté; él siempre está en conocimiento de lo que sucede en BP” y con la marea negra, manifestó ayer John Curry.
Más allá de la Casa Blanca, las críticas vinieron de todos lados. Según Greenpeace, la actitud de Hayward “pone sal en las heridas” de las víctimas de la marea negra, mientras que el diario