Esto se consigna en un informe del Gobierno que declinó el reingreso de Corea del Norte en su “lista negra” de países que, según Washington, apoyan al terrorismo.
Al descartar a Corea del Norte y no incluir a ningún otro país, Estados Unidos mantiene en su “lista negra” a los mismos países del 2008: Irán, Sudán, Cuba y Siria.
“Se le hizo más difícil recaudar fondos, entrenar reclutas y preparar atentados fuera de la región”, destacó el Gobierno estadounidense, y agregó que varios dirigentes fueron eliminados.
Sin embargo, “la amenaza de alQaeda se volvió más difusa que en años anteriores, lo que compensa parcialmente las pérdidas sufridas por la red”, destacó el informe, que recordó varios intentos de ataques contra Estados Unidos, entre ellos el de un nigeriano en un vuelo entre Ámsterdam y Detroit, en Navidad.
Por otro lado, Estados Unidos declinó el reingreso de Corea del Norte a su lista, al ignorar llamados de senadores republicanos al respecto, luego de que Pyongyang fuera responsabilizada por el hundimiento de un navío surcoreano que dejó 46 muertos en marzo.
Según el informe, Irán es considerado el “principal apoyo estatal al terrorismo”.
Estados Unidos afirma que Irán brinda ayuda a Hamás en los territorios palestinos, a Hezbolá en Líbano, a los talibanes en Afganistán y a los chiitas en Iraq.
“El apoyo financiero, material y logístico de Irán a movimientos terroristas y militantes de Oriente Medio y Asia central tuvo un impacto directo sobre los efectos internacionales a favor de la paz”, dijo el Departamento de Estado.
Respecto a Sudán, el informe dice que el país coopera con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, pero aseguró que permanecían “elementos terroristas inspirados por al Qaeda, así como elementos relacionados con la Jihad islámica palestina y Hamás”.
La misma acusación recibió Siria, que, según el informe, alberga a miembros de Hamás y a otras organizaciones consideradas terroristas por Estados Unidos.
En el caso de Cuba, Estados Unidos acusó al Gobierno de continuar “otorgando refugio seguro a miembros de las FARC, ELN y ETA”, considerados terroristas por Estados Unidos, “proveyéndoles apoyo logístico y médico”.
Los Estados considerados patrocinadores de terrorismo no pueden recibir ayuda económica de Estados Unidos ni gozar de beneficios comerciales ni tratados financieros, entre otras prohibiciones.