Roma. AFP. El jefe de gobierno italiano, Mario Monti, mostró ayer su disposición a dirigir Italia y dictó su programa político como líder de sectores liberales y moderados.
“No tomo partido por alguien. Pero sí estoy listo a aportar mi opinión, dar incentivos, y si me lo piden, a dirigir y asumir las responsabilidades que me confíe el Parlamento”, aseguró Monti al despejar las dudas sobre su posible entrada al ruedo político y que había tenido en vilo al país más de una semana.
El tecnócrata, de 69 años, senador vitalicio, aclaró luego que decidió lanzarse a la política, luego de proponer un programa de corte liberal, reformista, que deberá ser apoyado sobre todo por sectores moderados del espectro político.
“Técnicamente no soy candidato, porque soy senador vitalicio”, pero participa en política con un programa, que se someterá “a la opinión de los electores”, explicó.
“No pido que me elijan, pido que se aplique un tipo de política”, dijo al asumir su papel de líder de la corriente reformista, que busca cambiar las relaciones laborales con un amplio apoyo de la sociedad civil.
Consciente de que se trata de un recorrido poco habitual, Monti instó a sus seguidores en todas las formaciones a apoyarlo.
“No excluyo que esas fuerzas me indiquen como candidato a primer ministro” en las elecciones del 24 y 25 de febrero, afirmó.
Monti , que anunció su renuncia el 8 de diciembre tras perder el apoyo del partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, no perdió la ocasión para criticarlo.
“Hay un proceso mental que no entiendo”, dijo tras aludir a las condenas que Berlusconi le lanzó a su gobierno para luego proponerle que sea su aliado político en las elecciones. “Con esas condiciones no puedo aceptar”, afirmó Monti.
Monti defendió su gobierno y anunció un "programa para cambiar Italia y reformar Europa".
El tecnócrata, que cuenta con el apoyo de buena parte de los líderes europeos así como de los sectores económicos y de la influyente Iglesia católica, elaboró un informe titulado "Cambiar Italia, cambiar Europa", consultable próximamente on-line, con un programa que sirva de guía.
Entre los puntos para que Italia y Europa eviten una crisis financiera que los arrastre al borde del abismo, como la de hace un año, Monti pidió que "no se destruya lo que se ha hecho con grandes sacrificios", dijo.
“Después de más de un año de trabajo puedo decir que la emergencia financiera fue superada, los italianos pueden sentirse ciudadanos de Europa con la cabeza alta”, aseguró.
“Hemos dado vuelco a la situación. Hace un año nuestra prima de riesgo estaba cien puntos por encima, ahora por debajo”, explicó.
Durante el encuentro con la prensa, que duró dos horas, Monti advirtió sobre los “peligros de ir de nuevo hacia atrás”, como en el caso de la propuesta de Berlusconi de eliminar el impuesto a la vivienda.
“Si se suprime, un año después ese impuesto es doble”, comentó.
En una estocada más contra el magnate de las comunicaciones pidió al país “un salto de calidad” frente a la concepción y uso que hace de la mujer, con “representaciones humillantes”, como ocurre en las fiestas y sobre todo en canales de televisión de Berlusconi.
Monti descartó que tenga aspiraciones de llegar a la presidencia de la República y reemplazar al presidente Giorgio Napolitano, de 87 años, cuyo mandato termina a mediados de mayo, a también rechazó la posibilidad de aceptar un importante encargo a nivel europeo.
Monti invitó a los italianos a hacer más hijos porque Italia se “está autodestruyendo” por la baja natalidad.
Las declaraciones de Monti suscitaron la inmediata reacción del secretario del partido de Berlusconi, Angelino Alfano.
“Damos por concluida toda colaboración con Monti”, tranzó Alfano, mientras Pierluigi Bersani, líder del Partido Democrático (izquierda), favorito en los sondeos con el 35% de los votos en las elecciones de febrero, recordó que lo han apoyado hasta ahora con "lealtad".
“No tenemos razones para arrepentirnos”, comentó.
Según el diario La Repubblica, cuyo director tuvo una larga conversación anticipada con Monti, el economista considera “casi inevitable un pacto poselectoral entre el centro y el centroizquierda” para guiar el país.