“Las compuertas están abiertas”, se quejó el presidente Barack Obama al denunciar los fondos aportados a los republicanos, principalmente por “sociedades extranjeras”, mientras que los demócratas enfrentan dificultades en los sondeos a menos de un mes de las elecciones.
Según el Center for Responsive Politics, organización que sigue el financiamiento de los partidos, $3.400 millones ya han sido gastados para los comicios legislativos del 2 de noviembre, contra $2.800 millones que fueron empleados para la elección anterior de medio mandato, en 2006.
Este giro podría haber pasado inadvertido en un país donde el dinero y la libertad de expresión son valores dominantes y donde la publicidad electoral alcanza proporciones industriales.
Pero la ventaja se tornó en favor de los adversarios de Obama: estos últimos son receptores de las donaciones provenientes de grupos que favorecen a los conservadores que no revelan generalmente el origen de sus fondos.
“Observamos mayores gastos por parte de estos grupos, en particular del lado republicano”, precisó Anthony Corrado, especialista en financiamiento de campañas del centro de análisis Brookings.
Sobre el origen de esos fondos, Corrado citó a entidades tales como la Cámara de Comercio o las compañías aseguradoras, en desacuerdo con la reforma de la cobertura de salud adoptada por el Congreso en marzo y que los republicanos han prometido derogar.
El flujo de dinero también beneficia a los demócratas, que anunciaron una recaudación récord de $16 millones en setiembre. Así como en la campaña del 2008, los donantes pequeños que permitieron alcanzar la victoria a Obama, comenzaron a realizar sus aportes al acercarse el 2 de noviembre.
“Nuestros partidarios miran ahora hacia la elección (...) y comprenden qué es lo que está en juego”, explicó Brad Woodhouse, portavoz del Partido Demócrata.
Al ser levantados los límites de financiación, aparecieron los “super-PAC” (Comités de Acción Política), que pueden recaudar en lo sucesivo una cantidad ilimitada de donaciones.
Uno de ellos, el American Crossroads, recaudó más de $30 millones desde marzo. Este movimiento conservador se concentra principalmente en las elecciones senaturiales, en una docena de Estados donde los republicanos vienen con viento en popa.