Torreón, México. AFP Un nuevo accidente en una mina de México ocurrió en la tarde de ayer, al derrumbarse una pared de una instalación abierta del estado de Jalisco (oeste) y sepultar a tres hombres que, según autoridades, no eran trabajadores pero estaban recolectando material fuera del horario laboral.
Por otra parte, el número de trabajadores muertos por una explosión en una mina del noreste se elevó a siete, mientras sigue la búsqueda de otros siete mineros, según informó ayer el secretario de Trabajo, Javier Lozano.
“Se ha localizado un nuevo cuerpo (sétimo) que será subido por el mismo pozo 3”, reportó en su cuenta de Twitter el funcionario, quien se encuentra en el lugar de la tragedia ocurrida el martes en la población de Sabinas.
La fuerte explosión fue a causa de una acumulación de gas, y dejó atrapados a 14 obreros dentro de un pozo de 60 metros de profundidad. Un adolescente que estaba fuera de la mina sufrió graves heridas.
Cinco socorristas chilenos, dos de los cuales participaron en el rescate de los 33 mineros de Atacama en octubre, colaboran desde el jueves en las tareas de auxilio.
La explosión avivó el debate en México sobre las condiciones de trabajo en las minas del estado de Coahuila, donde hace cinco años 65 mineros murieron en otro accidente en el yacimiento de Pasta de Conchos y hasta ahora solo se han recuperado dos cuerpos.
La estatal Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reiteró ayer sus advertencias sobre la mala situación laboral en el sector minero y la falta de una estricta vigilancia de las instalaciones.
“La CNDH ha denunciado en varias ocasiones la violación a los derechos humanos de personas que trabajan en las minas”, dijo.