Lisboa. AP. El derrumbe financiero de Portugal parecía inevitable ayer, mientras los mercados interpretaban la renuncia del Gobierno como una prueba de que el país está al borde de perder su prolongada batalla para evitar un rescate internacional.
Los inversionistas impulsaron la tasa de interés de los bonos a 10 años de Portugal al 7,71%, un récord desde que fuera creado el euro, un nivel insostenible y que podría obligar al país a solicitar un paquete de rescate similar al que recibieron Grecia e Irlanda.
Los analistas estiman que un rescate para el país sumaría unos $113.020 millones.
El Ejecutivo renunció el miércoles cuando los partidos opositores rechazaron su más reciente plan de reducción de deuda, lo que acentuó el nerviosismo en los mercados acerca del futuro del país.
No estaba claro cuándo podría recibir Portugal un rescate, ya que según los especialistas, un Gobierno interino difícilmente tendría la autoridad constitucional para aceptar los fondos en nombre del país. Dada la imposibilidad de realizar elecciones antes de fines de mayo, quedarían por delante varios meses de costosa incertidumbre.
El presidente Aníbal Cavaco Silva convocó a una reunión con todos los partidos políticos para hoy para decidir los próximos pasos.
También debe convocar al Consejo de Estado, un panel asesor, antes de fijar la fecha de las elecciones.
“Lo importante es que se alcance un consenso nacional sobre la necesidad de lograr las metas que se ha fijado Portugal para reducir sus niveles de déficit y endeudamiento”, dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en Bruselas.