Marine Le Pen, candidata del populista Frente Nacional, cuya influencia en la sociedad se consolidó en estos años de crisis, sueña con reeditar la sorpresa que logró su padre, Jean-Marie Le Pen, en el 2002, cuando consiguió un boleto para la segunda vuelta, al eliminar al socialista Lionel Jospin antes de ser derrotado por Jacques Chirac.
Según una encuesta publicada el jueves por el diario
Dos encuestas difundidas ayer confirmaron el auge de Le Pen, que dispone ahora de 19% a 21,5% de intenciones de voto; o sea, más que el 16,86% que obtuvo su padre hace 10 años. La candidata le pisa los talones al presidente Sarkozy, quien se sitúa en 23,5%, mientras Hollande se mantiene primero con 27%, según el sondeo de Ifop-Fiducial.
El panorama no es alentador para Sarkozy: siete de cada diez franceses considera negativo el balance de sus cinco años de mandato, principalmente en el sector del empleo, del poder adquisitivo y de lucha contra las desigualdades sociales.