Durante mucho tiempo, Centroamérica y Suramérica se han dado la espalda. Ahora eso lo intentamos cambiar. Mi visita no solo es como presidente de Ecuador, sino como presidente
No veo problema en que haya diferentes orientaciones ideológicas en América Latina. Eso enriquece, siempre y cuando haya respeto mutuo. Yo respeto mucho a Óscar Arias y en muchas cosas que dice estoy de acuerdo. Sin embargo, la integración se basa, más allá de ideologías, en principios y en fines. El fin es la unión de nuestra gran patria, como la llamaba José Martí, el sueño de los libertadores: principios democráticos, de derechos humanos, de justicia social y de respeto a la naturaleza, que son compartidos entre Unasur y Centroamérica.
Ecuador y Costa Rica son fronterizos porque tenemos frontera marítima. Hay temas comunes en foros internacionales. Costa Rica es bananera, Ecuador también; podemos defender nuestro banano. Pero creo que la integración va más allá del plano comercial. Es crear una gran nación de naciones latinoamericanas.
Cuando logremos la integración, saben cuál será la diferencia con la Unión Europea: ellos tendrán que explicarles a sus hijos y nietos porqué se unieron; nosotros tendremos que explicarles por qué demoramos tanto. Mire la Unión Europea, 27 países con lenguas, culturas, religiones, sistemas políticos e ideologías distintas y hubo voluntad de unirse. Nosotros tenemos todo en común.
En esa voluntad, que creo hay por primera vez en América, sobre todo en el Sur. Como nunca antes, hoy hay coincidencia.
Yo a Porfirio Lobo no lo conozco, no tengo ni buena ni mala opinión de él. Pero imagínese el nefasto precedente que se sentaría en la región si después de un golpe de Estado se hacen elecciones y no pasó nada. Es inaceptable. ¿Cómo superar este
No, en absoluto, al menos hablo por Ecuador y no por Unasur.
Se nos garantizó que (Lobo) iría solo a las negociaciones con Centroamérica, y no a la cumbre, así que no veo ningún problema.
No. Nicaragua es un país soberano. Además, ya estamos curados de espantos. ¿Qué Gobierno progresista, que quiere cambiar las cosas en nuestra región, no sufre de los mismos ataques infames? Lamentablemente confunden ser popular con ser populista, el imperio de la ley con dictatura, liderazgo con autoritarismo, ganar elecciones con concentración de poder. ¿Qué podemos hacer ante esa mediocridad?
Si, no es que me he puesto a investigar el caso, pero no tengo por qué creer esas acusaciones, más conociendo a Daniel Ortega.
Cuando llegué al Gobierno, las Fuerzas Armadas no tenían transportes, los radares no funcionaban y nuestros soldados, por falta de equipos de comunicación, eran carne de cañón de los grupos irregulares en la frontera con Colombia. Tuvimos que equipar en algo las Fuerzas Armadas, sobre todo a partir del ataque del 1.° de marzo del 2008. Ese ataque nunca lo detectamos porque los radares no funcionaban. Pero estoy de acuerdo con Óscar Arias, en que no se puede seguir gastando tanto dinero cuando faltan tantas escuelas y hospitales.
Ahí hay mucho de fantasía. ¿Por qué no dicen que el país que más gasta en armamento se llama Colombia?
Pregúntele al comandante Chávez. Yo no conozco las Fuerzas Armadas venezolanas ni soy experto en la materia y sinceramente tampoco me interesa mucho. Él es militar y sabrá por qué está equipando a su ejército.
Cualquier resultado será respetado por Ecuador. Pero, por supuesto, en el momento en que se pretenda atentar o se declare que se está dispuesto a atentar contra la soberanía de otros países, se tendrá una respuesta muy firme.
Porque fracasó. Yo le pregunto, ¿cuántos meses duraría Costa Rica con un bloqueo total de los Estados Unidos? Evaluar el modelo cubano, haciendo abstracción del bloqueo norteamericano, es como evaluar un ahogado en el fondo de una piscina, con los pies metidos en un balde de cemento y llegar a la conclusión de que se ahogó por no saber nadar.
Un factor muy importante es que en el 48 ustedes eliminaron las Fuerzas Armadas. Eso significaría en el caso de Ecuador un ahorro anual del 2% del PIB. Costa Rica no tiene la proporción de pueblos ancestrales que nosotros tenemos. Ese es un problema serio para la cohesión social y para proyectos nacionales de desarrollo. Tuvo un acierto Costa Rica, invirtió muchísimo en educación. En Ecuador tenemos un promedio de escolaridad de 8 años, cuando solo en educación básica son 10 años. ¿Cómo vamos a salir de la pobreza con ese nivel de educación? Cada país tiene una historia y tiene que resolver sus problemas de la mejor manera. Necesitamos algo nuevo y mejor.