El jefe de gobierno británico, junto con el ministro del Interior de Libia, visitaron una Academia de policía en los suburbios de Trípoli, antes de mantener diversas entrevistas con dirigentes libios sobre la colaboración entre ambos países en materia de seguridad.
Ayer, Cameron visitó Argel, dos semanas después del ataque de un comando islamista contra una planta de gas, seguida de una intervención de las fuerzas de seguridad argelinas.
Reino Unido urgió el pasado 24 de enero a sus ciudadanos a abandonar "inmediatamente" Bengasi, en el este de Libia, debido una "amenaza específica e inminente" contra los occidentales, llamamiento al que se sumaron posteriormente otros países, como Alemania, Holanda, Francia o Australia.
La visita de Cameron cuenta con una vigilancia y medidas de seguridad excepcionales.