“Esperamos una asistencia multitudinaria para exigir justicia”, dijo Rashad Robinson, director ejecutivo de la organización defensora de derechos civiles ColorOfChange.org .
El 26 de febrero Martin, de 17 años, murió a manos de un vigilante voluntario, George Zimmerman, de 28 años y origen hispano, cuando caminaba encapuchado –porque llovía– hacia la casa de un amiga de su padre después de comprar unos dulces.
El joven levantó las sospechas Zimmerman, vigilante voluntario de una urbanización cerrada en Sanford, por razones confusas.
La Policía detuvo al guarda a efectos de interrogarlo y lo dejó en libertad sin cargos tras alegar que había actuado en defensa propia. Pero Martin estaba desarmado y las grabaciones de la Policía divulgadas la semana pasada no registran amenaza alguna, algo que desató la ira de la comunidad afroamericana en el país y abrió un sensible debate al que se sumó incluso el presidente Barack Obama.
El grupo separatista Partido Nuevas Panteras Negras ofreció el sábado $10.000 de recompensa por la captura de Zimmerman y llamó a la movilización de 5.000 de sus seguidores.
La familia de Martin lanzó la campaña “Un millón de capuchas” para juntar firmas que pedían la detención de Zimmerman, y logró recoger el domingo más de un millón 869.000 firmas.
El Departamento de Justicia anunció el lunes el inicio de una investigación independiente de los hechos y de la actuación de la policía de Sanford. El 10 de abril, el estado de Florida llevará el caso ante un gran jurado, que determinará si abre diligencias contra Zimmerman.