“Celebramos con satisfacción el inicio de las investigaciones por crímenes contra la humanidad”, explicó ayer Gerardo Ducos, un investigador de AI en Haití, durante una rueda de prensa.
AI entregó a los fiscales haitianos más de 100 documentos relacionados con abusos y violaciones, enfatizando los casos de tortura, desapariciones forzadas y crímenes extrajudiciales durante el régimen de Duvalier (1971-1986), según Ducos.
“Las víctimas tienen derecho a recibir indemnizaciones, no solo económicamente sino también un reconocimiento moral”, afirmó el investigador, quien añadió que “llevar a los autores de los crímenes a la justicia es una de las obligaciones del Estado”.
“La impunidad lleva a un terreno en el que los abusos a los derechos humanos se prosiguen”, avisó Ducos.
En su reclamo, Duval, quien estuvo acompañado por activistas de derechos humanos, indicó que fue arrestado en abril de 1976 por el Ejército y la milicia de Duvalier.
Duval fue mantenido durante 17 meses en varias prisiones del régimen y torturado, según precisó en su demanda presentada al fiscal haitiano Harycidas Auguste.
El sorprendente regreso de
La Justicia de Haití ya inició el martes un proceso contra Duvalier, imputándole por corrupción, desvío de fondos públicos y asociación ilícita durante su gobierno. En un proceso paralelo, cuatro haitianos le denunciaron el miércoles por crímenes contra la humanidad.
Entre tanto, el jueves por la noche el juez de instrucción Jean Carves interrogó al exdictador por su abrupta salida del hotel en que debía permanecer sin notificarlo, reveló ayer la prensa local.
El interrogatorio tuvo lugar en la nueva residencia de Duvalier en Montagne Noire, después que dejara el hotel en Juvenat, donde se hospedó desde el domingo, publicó el periódico
El exdictador abandonó el hotel, en el este de Puerto Príncipe, sin notificarlo a la justicia, por lo que el juez le recordó que debe comunicar con 24 horas de anticipación “cualquier cambio de domicilio”.
Por otra parte, ayer en conferencia de prensa Duvalier llamó a la “reconciliación nacional”, y expresó haber venido para mostrar su “solidaridad” a las víctimas del sismo de enero de 2010.
También declaró su “profunda tristeza por todos aquellos que dicen haber sido víctimas de mi gobierno”.