La sentencia de la mayoría de la Corte, a cuatro meses de las elecciones, supone una gran victoria para el presidente demócrata porque no solo emitió un fallo sobre una vasta expansión de la red de seguridad social, sino que ratificó el mayor logro legislativo del presidente en medio del fragor de su campaña por reelegirse.
Cinco jueces, entre ellos el presidente de la Corte John Roberts, cuyo voto resultó decisivo, dictaminaron que el Congreso tiene la potestad de imponer esa obligación de tener un seguro médico, frente a cuatro que votaron en contra.
Los jueces votaron en cambio a favor de imponer límites a ciertos cambios en el programa de sanida pública Medicaid, destinado a los más pobres.
Todos los estadounidenses deberán obtener por lo tanto un seguro médico antes de 2014 bajo pena de sanciones financieras.
La oposición republicana, sin embargo, ha prometido que intentará revocar la totalidad de la reforma sanitaria tras las elecciones de noviembre.