Quito. AP. Luego de que Radio Morena se convirtiera el viernes en la emisora número 22 clausurada por el Gobierno ecuatoriano, el presidente Rafael Correa desmintió el sábado que tal cierre constituyera una persecución política y explicó que se debió a un proceso de depuración de frecuencias por parte de organismos de control.
Radio Morena, al aire desde hace 17 años, pertenece al legislador del partido de oposición Sociedad Patriótica, Luis Almeida.
El medio mantenía desde hace un año un litigio con la Superintendencia de Telecomunicaciones, luego de que esta negó en julio del 2011 la renovación del contrato, tras aducir incumplimientos técnicos, así como la mora en el pago previsto en la ley.
No obstante, para el directivo del medio, la clausura es un abuso por ser miembro de la oposición y es dirigido porque la estación tiene todos los pagos al día.
Además, anunció que denunciará el caso ante la relatora para la libertad de expresión de la CIDH.
Mandatario se escuda en ley. Por su parte, el presidente Correa justificó los cierres en la legislación.
“Se trata de un proceso de depuración porque eso era un caos, frecuencias ilegales, corrupción y fallas técnicas, entre otras. La ley es para todos. Revisen lo que quieran en la reversión de frecuencias de concesiones y si se ha hecho algo arbitrario o persecución política que nos demanden”, dijo Correa.
El mandatario explicó que unos 200 contratos de concesión se han renovado, mientras 90 han sido rechazados.
Según el Superintendente de Telecomunicaciones, Fabián Jaramillo, hasta el momento se han clausurado unos 19 medios en Ecuador entre emisoras de radio, canales de televisión y sistemas de audio y video.