On a large television screen in front of Pyongyang's railway station, a North Korean state television broadcaster announces the news that North Korea conducted a nuclear test on Tuesday, Feb. 12, 2013. North Korea conducted a nuclear test at an underground site in the remote northeast Tuesday, taking an important step toward its goal of building a bomb small enough to be fitted on a missile that could reach United States. The TV screen text reads "Korean Central News Agency reports," and "The third underground nuclear test successfully conducted." (AP Photo/Jon Chol Jin) (Jon Chol Jin)
PIONYANG. AP y AFP. En un claro desafío a la comunidad internacional, Corea del Norte realizó ayer su tercera prueba nuclear con un dispositivo más pequeño y potente, un paso crucial hacia su objetivo de construir una bomba que sea lo suficientemente ligera como para enviarla en un misil hasta Estados Unidos.
El régimen dijo que el ensayo es simplemente su “primera respuesta” a lo que considera son amenazas estadounidenses, y advirtió que continuará con “segundas y terceras medidas de mayor intensidad” si Washington mantiene la hostilidad en su contra.
La prueba causó de inmediato una oleada de condenas. La ONU, Japón y Surcorea respondieron con predecible enojo. Incluso China, el aliado más firme del Gobierno norcoreano, convocó al embajador de ese país a la Cancillería para una inusual reprimenda.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó un gesto que consideró “profundamente desestabilizador” y una “violación clara y grave de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, de acuerdo con su vocero.
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó su “firme condena” y anunció que comenzará “inmediatamente” a trabajar sobre nuevas medidas contra Pionyang.
Corea del Norte es “una amenaza seria” para Estados Unidos, que debe estar preparado para enfrentarla, advirtió, por su parte, el secretario de Defensa norteamericano, León Panetta.
A su vez, el Departamento de Estado de EE. UU. reconoció que Norcorea advirtió que procedería a realizar la prueba nuclear, aunque no especificó con cuánta antelación recibió la noticia.
“Fuimos avisados”, confesó a los periodistas la portavoz del Departamento, Victoria Nuland, quien agregó que Washington reiteró a Pionyang en esa oportunidad que se oponía a tales planes “en los términos más fuertes”.
La información, dijo Nuland, llegó por los canales diplomáticos usuales. Washington no mantiene relaciones con Pionyang y normalmente está representado por Suecia en sus comunicaciones diplomáticas con Corea del Norte.
Claves de la provocación. El ensayo demuestra que, desde el punto de vista de Corea del Norte, solo armas más poderosas y provocaciones más amenazantes obligarán a Washington a acudir a la mesa de negociaciones.
No es coincidencia que Corea del Norte realizara la prueba unas horas antes del discurso de Obama sobre el Estado de la Unión.
A pesar de lo desconcertante que pudiera parecer la estrategia para otros países, sirve como un recordatorio al mundo de que Norcorea puede ser pobre, pero cuenta con el poder para amenazar la seguridad y estabilidad en su región.
Todo esto pone al joven líder norcoreano, Kim Jong-un, justo donde quieren estar: en el centro de la controversia y en la mira de la política exterior de otros países.
Un año después de que asumió el cargo, está recurriendo al tipo de estrategias que seguía su padre. Durante sus 17 años de gobierno, el fallecido líder Kim Jong-il inyectó los escasos recursos del país al programa nuclear y de misiles con el fin de utilizarlos como cartas de presión en las negociaciones con Washington, Seúl y Tokio.
Desde hace tiempo, Norcorea ha mencionado la presencia militar de EUA en la península coreana, y lo que considera un sistema de defensa nuclear en la región, como las razones principales detrás de su necesidad de poseer armas nucleares.
Norcorea y EE. UU. pelearon en bandos rivales durante la Guerra de Corea, que terminó en un armisticio en 1953, lo que dejó a la península dividida y con una zona de contención fuertemente fortificada al mando de fuerzas de la ONU encabezadas por Estados Unidos.