Daniel Zamudio, de 24 años, fue violentamente golpeado en una plaza de Santiago el 3 de marzo por un grupo de presuntos neonazis –cuatro de los cuales se encuentran en prisión–, y luego de 25 días de coma inducido murió el martes por un “trauma quirúrgico”, informó el director del Hospital de Urgencias Posta Central, Emilio Villalón, en rueda de prensa.
Zamudio, homosexual declarado, recibió golpes en la cabeza, lo quemaron con cigarrillos y marcaron su cuerpo con símbolos y consignas nazis, según fotos difundidas por la familia, en uno de los ataques más violentos contra las minorías sexuales en Chile.
Tras la muerte de Zamudio, el Gobierno se comprometió a agilizar la tramitación de una ley antidiscriminación que se discute desde hace siete años en el Congreso.
La norma, destinada a proteger a las minorías raciales, sexuales y religiosas, sanciona penalmente a quienes actúen en su contra.
“Vamos a trabajar incansablemente en nuestro Congreso para sacar nuestra ley de discriminación en el menor tiempo posible”, expresó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
El proyecto de ley fue aprobado en noviembre en el Senado y pasó a la Cámara de Diputados, donde legisladores de la derecha oficialista han manifestado su negativa a sancionarla porque temen que sea un primer paso para aprobar el matrimonio homosexual, prohibido en la actual legislación.
En las afueras del recinto médico donde Zamudio murió, unas 300 personas se reunieron la noche del martes para encender velas en su memoria. En otras ciudades de Chile se realizaron también otras vigilias en su recuerdo, mientras en las redes sociales se multiplicaron los mensajes de congoja y de exigencia de justicia.
Cuatro jóvenes, entre 19 y 25 años, fueron detenidos y acusados de ser los autores de la feroz golpiza, que, de acuerdo con versiones de familiares, se extendió por casi seis horas y tuvo un especial ensañamiento con la víctima.