El proyecto de ley, remitido a la Cámara Baja por el presidente ruso, Dimitri Medvédev, fue apoyado por la unanimidad de todos los grupos parlamentarios rusos, según la agencia Interfax.
La ley prevé introducir enmiendas en el Código Penal ruso para endurecer los castigos contra la integridad sexual de los menores de edad que no hayan alcanzado todavía los 14 años.
“Se prohibirá que estos delitos sean castigados con penas que no comporten la privación de libertad. (...) Se modifican también las condiciones para que los condenados por este tipo de delitos accedan a beneficios penitenciarios o reducciones de condena”, señala la nota explicativa de la ley.
Así, los pedófilos podrán salir en libertad solo después de cumplir cuatro quintos de la pena impuesta por el juez, mientras que los reincidentes podrán ser castigados con condena perpetua.
El proyecto prevé la introducción de una serie de medidas médicas obligatorias que se aplicarán a aquellos individuos que tengan una marcada “desviación” sexual (pedofilia), una vez que así lo determine una comisión psiquiátrica.
En caso de un dictamen positivo de las pruebas médicas, los delincuentes, entre otras medidas, podrán acogerse a la castración química voluntaria, señala la nota.
Según los expertos en el texto del proyecto de ley, el 40% de las personas que atentan contra la integridad sexual de menores son conscientes de la gravedad de sus actos.
La ley propone que los tratamientos continúen aún después de la liberación de los delincuentes.