Roma
La condena dictada contra Silvio Berlusconi por abuso de poder y prostitución de menores en el caso 'Ruby' puede complicar la acción del gobierno de izquierda y derecha que conduce el presidente del consejo Enrico Letta, a pesar de la ausencia de consecuencias inmediatas para el futuro político de Berlusconi.
Varios observadores consideran una "señal negativa" el hecho de que Berlusconi no haya mencionado si retira o no su apoyo clave al gobierno de coalición nacional tras la condena de siete años de cárcel e inhabilitación perpetua para un cargo público.
Por ahora el magnate se limita a denunciar la conspiración "para eliminarlo de la política" y se proclama inocente.
Sus declaraciones contrastan con las de la semana pasada, cuando reiteró su "apoyo leal" al gobierno de coalición poco después de que la Corte Constitucional rechazara un recurso para que le anularan la condena a un año y la inhabilitación por cinco años de ejercer cargos públicos por fraude fiscal en el caso Mediaset, cuya sentencia definitiva será pronunciada dentro de pocos meses.
Para Stefano Folli, articulista del diario Il Sole 24 Ore, "nada será como antes, el gobierno no caerá pero será sacudido por la tempestad".
Varios miembros de su partido, el Pueblo de la Libertad, están presionando a Berlusconi para que retire el apoyo al gobierno, pero por ahora parece querer evitar esa decisión.
"Las presiones del centro derecha a su aliado de izquierda (a cambio de mantener la coalición) aumentarán sobre algunos puntos del programa que consideran su caballo de batalla, como el rechazo a cualquier tipo de aumento de impuestos", escribió Folli.
Daniela Santanché, una de las parlamentarias más cercanas a Berlusconi, asegura por su parte que "si Letta continua así terminará por caer por razones económicas: tiene que ir a la Unión Europea para pedir que Italia pueda superar el límite del 3% de déficit para reforzar el crecimiento", explicó.
La indignación de la derecha por lo que consideran un ataque injusto a su líder indiscutible en los últimos 20 años es notable.
"Tres jueces comunistas han querido castrar a Berlusconi", titula el diario Libero, mientras Il Foglio convocó para este martes una manifestación en Roma bajo el lema "Todos somos prostitutas" para denunciar el "moralismo hipócrita" detrás de la sentencia.
Massimo Franco, el articulista político del Corriere della Sera, calificó los problemas judiciales de Berlusconi como "una bomba de efectos retardados" para el gobierno, sobre todo si se tiene en cuenta que en octubre la Corte de Casación deberá pronunciarse sobre el veredicto Mediaset que inahibilita a Berlusconi, de 76 años, por cinco años, decretando así su muerte política.
Por ahora el mundo político está a la espera, interpreta gestos y alimenta expectativas sobre una entrevista este martes en televisión entre Berlusconi y Letta.
"Berlusconi tiene más vidas que un gato. Vamos a ver qué se inventa. No creo que le interese ahora retirar el apoyo al gobierno", comentó a la AFP Raffaele Lanzia, un romano de 46 años.
Los politólogos recuerdan que una caída del gobierno no implica automáticamente convocar nuevas elecciones y que la izquierda podría aliarse en el parlamento con sectores del Movimiento Cinco Estrellas del líder antisistema Beppe Grillo, lo que podría complicar aún más la situación de la derecha.
Sin embargo, en caso de que se termine por convocar elecciones, el Partido Democrático podría lanzar a su figura más joven y emblemática, Matteo Renzi, el alcalde de Florencia, quien supera por diez puntos a Berlusconi en los sondeos y alcanza ya un 41% en caso de elecciones.
El riesgo, según el articulista Marcello Sorgi de La Stampa, es que el gobierno quede en el limbo "como suspendido en el aire sin margen de maniobra y sin fuerza de gravedad para encarar la recesión".
"A la gente le quitan el sueño las deudas y encontrar un empleo, más que Ruby", resume el escritor y periodista Massimo Gramellini.