La moción, aprobada con 23 votos a favor y 17 en contra en el Comité de Supervisión y Reforma que investiga la operación “Rápido y Furioso” , alega que el fiscal no entregó un grupo de documentos clave para determinar responsabilidades en el gobierno de Obama.
La moción fue enviada al pleno de la Cámara de Representantes al cierre de una maratónica sesión de más de cuatro horas, que se realizó a pesar de que el presidente invocó en la jornada privilegios del Ejecutivo para justificar el rechazo del Departamento de Justicia a entregar los textos.
La votación en el pleno se realizará la semana entrante, a menos de que Holder entregue los documentos sobre la operación que permitió la entrada de más de 2.000 armas a México entre el 2009 y el 2010, advirtió el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Esta es la primera vez que un fiscal general es declarado en desacato desde 1998, y en esa oportunidad la moción no llegó a votarse en el pleno de la Cámara.
Holder calificó la medida como “una táctica en un año electoral para distraer la atención”.
“Cualquier afirmación de que el Departamento de Justicia no ha respondido a los pedidos de información es falsa”, aseveró Holder, quien ha testificado hasta nueve veces en el Congreso y entregó al comité casi 8.000 documentos.
La operación la lanzó la Agencia Federal para el Alcohol, el Tabaco y las Armas (ATF), que buscaba rastrear el armamento hasta personas de peso dentro de los narcocarteles, y al conocerse provocó un gran escándalo en México, dañando las relaciones entre ambos países.
“La entrega de estos documentos bajo presión al Congreso (...) tendría consecuencias significativas y desastrosas”, señaló James Cole, fiscal general adjunto, al anunciar que Obama invocaba sus privilegios para proteger textos
Esta es la primera vez que Obama tomó esta medida dentro de una investigación del Congreso. Su antecesor, George W. Bush, lo hizo en seis oportunidades.