Bogotá (AFP). Casi 30 millones de colombianos están convocados este domingo a la primera ronda de los comicios que decidirán el sucesor del presidente Alvaro Uribe, en el poder desde 2002, y quien ha marcado a este país con una gestión que cierra con el 70% de aprobación.
Dos favoritos, el oficialista Juan Manuel Santos y el independiente Antanas Mockus, despuntan para estos comicios, prácticamente empatados con cerca del 35% de la intención de voto cada uno.
Las encuestas auguran una segunda ronda electoral el próximo 20 de junio, en la cual serán determinantes las alianzas que pueda tejer cada uno de ellos con los demás candidatos: la conservadora Noemí Sanín, el izquierdista Gustavo Petro, el liberal Rafael Pardo y el derechista Germán Vargas Lleras.
Ninguno de estos otros aspirantes obtendría más del 6%, según los sondeos.
Sin embargo, los analistas consideran que su desempeño de los últimos días, ricos en debates y entrevistas, ha mejorado su imagen y finalmente obtendrán una votación más importante.
"Parece que Petro, Pardo y Vargas Lleras van a aumentar su votación hasta cerca del 9%, lo que les daría un gran poder de negociación para alianzas de cara a la segunda vuelta", dijo a la AFP el politólogo Alejo Vargas.
"Estos candidatos tienen un papel simbólico importante para influir en sus electores", añadió Vargas, reconociendo sin embargo que no hay una disciplina partidista férrea.
Uribe, quien dejará la presidencia el 7 de agosto con una alta popularidad debido sobre todo a su política de mano dura con la guerrilla y por la estabilidad económica, pidió este sábado a los electores "votar masivamente, temprano y a conciencia".
"No nos dejemos intimidar por las amenazas que han llegado del extranjero o por las del terrorismo. No nos dejemos intimidar por ese descrédito que algunos han querido hacer de la obra de gobierno, cuyos resultados están a la vista", dijo el mandatario.
Sin mayores diferencias en el contenido de sus planteamientos sobre seguridad y apertura económica, Santos (quien se presenta como el "heredero" de Uribe y promete "mejorar su legado") y Mockus (quien propone mantener las políticas exitosas del actual gobierno, pero "con absoluto respeto a la legalidad") se diferencian sobre todo por el estilo y por sus orígenes.
Santos proviene de una familia de clase alta bogotana, fundadora del diario El Tiempo, y ha sido ministro de diversos gobiernos en los últimos 20 años.
Mockus, en cambio, es descendiente de una familia lituana, en uno de los pocos países de Suramérica que no recibió importantes oleadas migratorias a lo largo del siglo XX. Eminentemente académico, llegó a la política como un "outsider" que innovó con propuestas imaginativas al frente de la alcaldía de Bogotá (1995-97 y 2001-03).
Y mientras Santos cuenta con un partido, el Social de la Unidad Nacional (La U, derecha) de aceitada maquinaria, el Partido Verde, que postula a Mockus, se muestra como una estructura más incipiente, en la que prima el voluntarismo.
En este contexto, una Misión de observación electoral ha alertado sobre riesgos de irregularidades, especialmente por la intervención de funcionarios públicos en la contienda.
De su lado, la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), compuesta de 85 observadores que estarán presentes en 18 de las 32 provincias del país, advirtió sobre las dificultades que plantea el sistema electoral colombiano, manual y que depende de la transmisión telefónica de resultados.
"Se va a poner a prueba un sistema electoral muy frágil, en una elección muy competida y trascendental", resumió a la AFP el chileno Enrique Correa, jefe de la misión de la OEA.
Sin embargo, para estos comicios ha disminuido la posibilidad de ataques o atentados, durante años la principal preocupación en las elecciones en Colombia.