Shanghai y Pekín. Reuters. Estados Unidos presionó ayer a China para que brinde un acceso comercial justo a empresas estadounidenses con clientes en ese país, mientras que Pekín destacó los riesgos que afrontan ambas economías por los problemas de deuda de Europa.
En declaraciones desde el epicentro comercial de China, Shanghái, un día antes del inicio de conversaciones de alto nivel del Diálogo Económico y Estratégico en Pekín, la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, recalcó la importancia de las inquietudes económicas de su país para las relaciones con el Gobierno chino.
“En los próximos días, funcionarios en los niveles más altos de nuestros dos Gobiernos discutirán temas de equilibrio económico y competencia”, dijo Clinton en un discurso en el vasto hangar del aeropuerto de Shanghái, en referencia a la reunión en Pekín.
“Transparencia en las reglas y un acceso justo, regular y sin discriminación a posibles ventas del sector privado y compradores del Gobierno (chino), además del reforzamiento de los derechos de propiedad intelectual, son de vital importancia en la economía global del siglo XXI”, afirmó la funcionaria ante una audiencia de ejecutivos chinos y estadounidenses.
Los comentarios de Clinton sugirieron que las inquietudes económicas podrían afectar las reuniones de dos días, quitando la atención sobre un amplio rango de asuntos, incluida Corea del Norte.
El déficit comercial anual de Estados Unidos con China cayó a $226.800 millones en el 2009, respecto a la marca histórica de $268.000 millones del 2008. Sin embargo, el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, busca aumentar las exportaciones y el empleo y el déficit sigue siendo un punto de fricción con Pekín.
El desequilibrio ha fomentado acusaciones desde el Congreso y el sector manufacturero estadounidenses de que China está manipulando su moneda para obtener una ventaja comercial injusta, al mantener el precio del yuan artificialmente bajo frente al dólar.
Ayer, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, se reunió en Pekín con el viceprimer ministro Wang Qishan, el funcionario que supervisa el lado chino del diálogo económico, reportó la agencia Xinhua.
Aun así, funcionarios de ambos países insisten en que la reunión en Pekín no será dominada por los desacuerdos sobre el yuan.