Con cánticos como “Lo llaman democracia y no lo es” o “Que no nos representan”, además de silbidos y percusiones improvisadas, miles de personas se manifestaron un día más en esta transitada plaza de Madrid, donde la protesta, bautizada como “15-M”, comenzó el pasado domingo convocada a través de las redes sociales.
Los manifestantes piden cambios en el actual sistema democrático, electoral, político y económico para que sea más justo, en un momento en que la economía española intenta salir de la recesión, que dejó más del 21% de desempleo, tasa que supera el 44% entre los jóvenes de menos de 25 años.
Las concentraciones se sucedían también este jueves en varias ciudades del resto de España, Europa y América Latina.
La puerta del Sol es, además, escenario de un campamento cada vez más organizado formado por cientos de jóvenes que se relevan para pernoctar en la plaza y participar en las asambleas diurnas.
Pretenden quedarse al menos hasta el domingo, día de las elecciones locales y regionales en España, a pesar de que la autoridad electoral de Madrid se pronunció en contra de las concentraciones porque estima que pueden afectar a los comicios. Ayer también la Junta Electoral Central (JEC) declaró ilegales las manifestaciones que pudieran surgir en la jornada de reflexión, mañana, y el domingo 22.
La JEC trasladó la decisión a todas las Juntas Provinciales.