Voronej (AP) Cientos de nuevos incendios estallaron hoy en bosques y campos de Rusia, resecos por la falta de lluvia y un calor que ha batido todas las marcas.
Los bomberos lograron controlar algunos de los incendios alrededor de ciudades, con la ayuda de residentes desesperados por salvar sus hogares, quienes lanzaron arena en las llamas y les llevaron agua en botellas grandes de plástico.
Las llamas descontroladas empezaron a amenazar a gran parte del oeste de Rusia la semana pasada. Ya han provocado la muerte de 28 personas y causado daños en 77 poblados, señaló el ministerio de Emergencias.
Miles de personas han sido evacuadas de áreas en la trayectoria de los incendios, y no se han registrado más víctimas mortales desde el miércoles.
Soldados y voluntarios se han unido a más de 22.000 bomberos en la lucha contra los incendios, que ardían justo a las afueras de Moscú y en varias provincias al este y el sur de la capital.
La región alrededor de Voronej, una ciudad de 850.000 personas al sur de Moscú, ha sido una de las más afectadas. La mitad de las 300 viviendas de la aldea Maslovka fueron reducidas a cenizas.
Entretanto, nuevos incendios aparecían en otras partes del país. De los 774 que ardían el domingo, 369 habían empezado en las últimas 24 horas. Se quemaron más de 128.000 hectáreas, incluyendo en las regiones cercanas a Nijny Novgorod, la quinta ciudad de Rusia, y la ciudad de Ryazan, justo al sureste de Moscú. Los incendios también se intensificaban en regiones más al este como Mordovia y Tatarstán.