De las actividades por el bicentenario de Chile participaron entre otros como invitados el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, y de Bolivia, Evo Morales. En la noche estaba prevista la llegada de la argentina Cristina Fernández.
Mientras 17 millones de chilenos celebran en todo el país, en el norte 33 trabajadores que permanecen atrapados en una mina a 700 metros de profundidad desde el 5 de agosto y esperan su rescate, también festejaron.
“Nos hubiera gustado tenerlos aquí para el 18 (de setiembre). Las tareas de rescate avanzan”, dijo el presidente Sebastián Piñera.
Según el mandatario, la operación de rescate será llamada
Desde las profundidades de su encierro, los 33 mineros entonaron el himno nacional de Chile, al igual que se hizo en las plazas de armas de todas las ciudades del país.
Durante una ceremonia en la catedral de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz también evocó a los mineros, pero recordó otro de los problemas que enfrenta Chile: las demandas de la etnia mapuche, 34 de cuyos miembros están en huelga de hambre.
“¡Cómo quisiéramos que los comuneros (mapuches) que hacen huelga de hambre también estuvieran de fiesta!”, dijo el prelado.
“De corazón le pedimos a ellos y a las autoridades restablecer la confianza imprescindible para que cese la huelga de hambre y se instaure un diálogo generoso y visionario”, afirmó Errázuriz.
Antes de acudir a esa ceremonia, Piñera anunció una inversión de $4.000 millones para mejorar las condiciones de vida de la etnia mapuche, previa a un diálogo con esa comunidad la próxima semana.
“Vamos a invertir más de $4.000 millones en la región de la Araucanía mejorando escuelas, construyendo consultorios y creando oportunidades de trabajo”, aseguró.
Estos temas serán abordados en una mesa de diálogo que buscará solucionar la demanda de tierras que los mapuches aseguran pertenecieron a sus ancestros, hoy en manos privadas.
También funcionará otra mesa que buscará poner fin a la huelga de hambre de los 34 mapuches -32 de ellos presos- quienes exigen no ser juzgados por una ley antiterrorista que triplica las condenas.