Cleveland (AFP). Charles Ramsey dijo que estaba sentado en su casa el lunes por la tarde, tranquilo en su día libre, a punto de comerse una hamburguesa de McDonald’s, cuando de repente escuchó gritos de una casa cercana.
Desde su porche, Ramsey vio a una mujer joven dando patadas a la puerta “como loca”, tratando de salir de una sencilla casa de dos pisos en el número 2207 de Seymour Avenue, en el tranquilo barrio de West Side en Cleveland, Ohio (norte de Estados Unidos).
“Fui para allá con mi Big Mac y dije, ‘¿Qué demonios está pasando?’”, contó Ramsey a periodistas más tarde.
“Y ella contestó: ‘Me han secuestrado. He estado en esta casa por mucho tiempo. Quiero irme. Ahora mismo’”.
Era Amanda Berry, de 27 años, desaparecida desde hacía una década y cuya audaz fuga permitió a la policía descubrir a otras dos mujeres, Gina DeJesus, de 23 años, y Michelle Knight, de 32, también reportadas como desaparecidas.
Como Berry no podía salir, Ramsey pateó la puerta y la joven gateó con una niña pequeña, que más tarde se supo es su hija de seis años.
Para entonces se había congregado una pequeña multitud que quería saber el porqué de tanta conmoción, y Berry se refugió en la casa de enfrente, desde donde llamó al 911, el número para emergencias en Estados Unidos.
“Ayúdenme”, dijo Berry, en tono frenético. “Soy Amanda Berry. Me secuestraron y he estado desaparecida durante diez años. Estoy libre ahora”.
De su lado, un emocionado Ramsey llamó también al 911.
“Hey, mire esto”, dijo al operador, y explicó que Berry le estaba diciendo a los que se habían acercado que ella y su hija habían sido secuestradas.
“Ella dijo que su nombre es Linda Berry o algo así”, dijo. “No sé quién carajo es”.
"¿Es negra, blanca o hispana?", preguntó el operador del 911.
“Es blanca”, respondió Ramsey. “Pero la niñita se ve hispana”.
“OK, ¿y qué lleva puesto?”
“Eh, camiseta blanca. Pantalones deportivos azul claro”.
El operador continuó: “La gente que ella dijo que hizo eso, ¿sabe usted si todavía están en la casa?”
A lo que Ramsey replicó: “No tengo ni la menor idea, hermano”.
Ramsey, de unos 40 años, no podía creer lo que estaba ocurriendo. Creía que su vecino, Ariel Castro, vivía solo.
“Ese tipo, el vecino, es en realidad un monstruo. Hice barbacoas con este tipo, escuchamos salsa. Nunca nada me hizo pensar que tenía chicas en esa casa. Salía al jardín, paseaba a su perro, cuidaba su auto, un tipo común”, dijo más tarde.
Cuando la policía llegó, a las 5:57 p. m. locales, Berry dijo que en la casa había otras dos mujeres, quienes fueron rápidamente rescatadas. Los investigadores aislaron todo con cinta amarilla y revisaron minuciosamente el interior durante la noche.
El propietario de la casa, Ariel Castro, de 52 años, en el pasado conductor de un autobús escolar, fue arrestado -irónicamente, en un cercano restaurante McDonald’s-, al igual que sus hermanos Pedro, de 54 años, y Oneil, de 50.
En su página web de personas desaparecidas, el FBI, que había ofrecido una recompensa de 25.000 dólares por información que condujera al rescate de Berry, escribió “rescatada” junto a su anticuada fotografía infantil.
Knight había desaparecido el 22 de agosto de 2002, Berry, el 21 de abril 2003, y DeJesus, el 2 de abril de 2004.
En YouTube, por su parte, Ramsey se convirtió en un héroe al volverse virales las entrevistas que concedió a periodistas locales.