San José (Redacción). La ceniza volcánica proveniente de Islandia volvió a amenazar el martes el espacio aéreo en Europa, pero las autoridades de transporte aseguraron que esta vez no dejarán que el continente quede paralizado por culpa de unas emisiones contaminantes que son difíciles de medir.
Un aumento de la actividad volcánica llevó a funcionarios de Irlanda, el noroeste de Escocia y las Islas Feroe a suspender nuevamente vuelos tras dos semanas de respiro. Los aeropuertos de esas regiones abrieron unas horas después, una vez que las nubes más densas de ceniza, que puede dañar motores de aviones, habían pasado.
Sin embargo, pronto una nueva acumulación de ceniza se acercó al espacio aéreo británico y obligó a la Autoridad de Aviación Civil a cancelar todos los servicios en Escocia e Irlanda del Norte en forma indefinida desde la mañana del miércoles.
Los meteorólogos detectaron que la nube “aumentó su densidad sobre el Reino Unido, dijo la autoridad. Los vientos probablemente llevarán las cenizas hacia el sur y potencialmente afectarán aeropuertos en el noroeste de Inglaterra y en el norte de Gales el miércoles, agregó, aunque no llegaría a Londres, un punto clave de conexión para vuelos europeos.”
Durante el día, viajeros y autoridades coincidieron en decir que Europa continúa aprendiendo a detectar la magnitud de la amenaza, a diferencia del mes pasado cuando los vuelos se cancelaron durante casi una semana en varios países sin que se conociera a ciencia cierta el riesgo real.
Aerolíneas y aeropuertos dijeron que la suspensión de 100.000 vuelos que afectó a 10 millones de pasajeros fue exagerada y costó miles de millones de dólares en pérdidas.
El comisionado de Transporte Europeo Siim Kallas insistió en que, de haberse usado ese mismo criterio el martes, “una parte muy grande de Europa habría quedado paralizada de nuevo por varios días.”
Kallas y los ministros de transporte de la Unión Europea acordaron el martes en una reunión de emergencia en Bruselas avanzar con la unificación de sus redes de control del tráfico aéreo. Además, buscarán maneras de identificar y medir las nubes de ceniza que los radares no pueden detectar y definirán lineamientos de seguridad para motores a reacción y las aerolínea.
Queremos darle prioridad a las medidas que acelerarán la creación de un solo cielo europeo, dijo Kallas.
Los funcionarios irlandeses, sin embargo, no pudieron asistir porque sus aeropuertos estaban cerrados.