La Habana. AFP. El presidente de Cuba, Raúl Castro, encabezó ayer el debate en el Parlamento de las reformas económicas que propone para sacar a la Isla de una grave crisis y dejar atrás el modelo centralizado soviético.
Los 611 diputados de la Asamblea Nacional sesionaron en pleno en la segunda y última reunión anual, esta vez de mayor relevancia por figurar en la agenda el proyecto de 291 lineamientos de la política económica que deberá aprobar el VI Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC) en abril.
En la apertura de la sesión, a la que no tuvo acceso la prensa internacional, el ministro de Economía, Marino Murillo, según el telenoticiero estatal, rindió el informe del desempeño económico en 2010, marcado por un fuerte ajuste, ahorro, falta de liquidez, ineficiencia y baja producción.
Raúl Castro, al mando desde que en el 2006 enfermó su hermano Fidel, impulsa un plan que incluye la reducción del aparato estatal, ampliación del sector privado y apertura a la inversión extranjera, descentralización de la agricultura, eliminación de subsidios y aumento de impuestos.
Recorte de empleos. Su programa contempla el recorte, en marcha desde octubre, de más de un millón de empleos que sobran en el Estado -los primeros 500.000 hasta marzo- y la apertura de licencias para 178 oficios, a fin de que absorban a buena parte de los desempleados.
De esa reforma sobreviven apenas 143.000 pequeños negocios. Ahora, más de 100.000 cubanos acudieron en los últimos dos meses a las oficinas que dan las licencias.
Raúl Castro defiende sus medidas como necesarias para evitar que la revolución “caiga al precipicio”, arrastrada por un sistema en el que el Estado controla 95% de la economía, y está agobiado por la gigantesca burocracia, por el paternalismo y la corrupción.
Las autoridades no precisaron cuándo terminará la sesión del Parlamento.