Río de Janeiro (AFP). Río de Janeiro se suma a la huelga de policías y bomberos de Bahía, amenazando los carnavales en ambos estados. Sin embargo, las autoridades aseguran que, de ser necesario, el Ejército patrullará ambas ciudades.
Los carnavales inician en una semana y los Río son de las fiestas más grandes del mundo.
Cientos de policías civiles, policías militares (PM) y bomberos de Río votaron la huelga a mano alzada anoche, en una asamblea pública realizada en una plaza del centro de la ciudad.
No obstante, la situación en las calles de Río se ha mantenido dentro de la normalidad, y el Comando de la PM de la localidad afirmó que todas sus unidades están trabajando.
“El Comando de la policía militar informa que todas sus unidades están en pleno funcionamiento, contando inclusive con el apoyo de policías del Batallón de Operaciones Especiales y del Batallón de Choque en las patrullas”, indicó el comando de la Policía Militar (PM) en un comunicado.
El coronel de la PM Federico Caldas precisó a la radio CBN que ya se han emitido al menos 11 mandatos de prisión para los principales líderes del movimiento de protesta en Río.
En caso de que la huelga se extienda, las autoridades prevén la llegada a Río de 14.000 soldados y agentes de la guardia nacional para garantizar la tranquilidad del Carnaval, que comienza el 17 de febrero.
“Este año por primera vez en la historia de Brasil quizás seremos privados del Carnaval, aquí en nuestra ciudad. Este Carnaval que es conocido en el mundo entero, y que es una marca para nuestra ciudad”, advirtió el bombero Reginaldo Adin a la AFP en la madrugada de hoy, tras participar en la asamblea que votó la huelga.
La protesta en Río se suma a la iniciada hace diez días por la PM del estado de Bahía, que provocó una ola de violencia con un saldo de más de 120 muertos, más del doble del promedio habitual, sobre todo en la capital del estado, Salvador.
Las cifras de muertes violentas se redujeron en Bahía tras la llegada de 3.500 soldados y policías de élite que garantizan la seguridad del estado.
Más de 200 policías militares amotinados en la Asamblea Legislativa de Bahía desocuparon el edificio pacíficamente el jueves y cuatro de los 12 líderes huelguistas fueron arrestados, pero la protesta continúa.