Todos los sondeos atribuyen a Rousseff, exjefa de gabinete de Lula, una ventaja de entre 24 y 27 puntos porcentuales en intención de voto sobre el opositor José Serra, un socialdemócrata exgobernador de Sao Paulo.
La diferencia le daría el triunfo sin necesidad de segunda vuelta a la delfina de Lula, según las encuestas, que indicaron que los escándalos que rodearon la renuncia de su sucesora en la jefatura de gabinete esta semana no hicieron mella en su favoritismo.
La oposición intentó ligar la caída de la ministra Erenice Guerra -en medio de un escándalo por denuncias de tráfico de inflcuencias- con la figura de la candidata Rousseff, dado que fue una de sus principales asesoras.
Pero lejos de verse erosionada, la popularidad de Dilma Rousseff aumentó y Serra volvió a deslizarse cuesta abajo.