La Habana. AP. El presidente Felipe Calderón aseguró que se produjo un reencuentro entre México y Cuba al finalizar una visita a la Isla de la cual destacó las oportunidades de explorar yacimientos petrolíferos en aguas limítrofes.
“Han sidos dos extraordinarios días para Cuba y para México en que se ha reencontrado su afecto mutuo”, dijo ayer el mandatario mexicano antes de partir a Haití.
“Durante esta visita oficial, el presidente Raúl Castro y un servidor hemos tenido un diálogo abierto, franco, como corresponde a los líderes de dos naciones hermanas”, expresó Calderón en una declaración leída en el aeropuerto.
Ambos mandatarios se reunieron el miércoles por la tarde en el palacio de la Revolución.
Calderón, quien concluirá este año su mandato, anunció al inicio de su gestión en el 2006 que restauraría las relaciones con la Isla, dañadas casi hasta la ruptura desde comienzos de la pasada década cuando la política mexicana rompió su tradición de solidaridad con la revolución y los gobernantes Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006) se alinearon con Washington, criticando a Cuba.
Según Calderón, trató con su colega anfitrión temas como la condena de México a las sanciones impuestas –hace más de cinco décadas– por Estados Unidos a Cuba para presionar por cambios en su modelo, y de temas económicos.
El gobernante indicó también que funcionarios de Pemex y Cupet firmaron una carta de intención no vinculante, con el objetivo de que la paraestatal petrolera mexicana valore la posibilidad de participar e invertir en la exploración y explotación de hidrocarburos en Cuba en los bloques contiguos a la zona exclusiva de México.
Además, se acordó incrementar los intercambios en materia de salud y deportes.
Calderón aprovechó su estancia anteayer en Cuba para reunirse con el cardenal Jaime Ortega.
Según un comunicado de la Presidencia mexicana, “Calderón reconoció el importante papel del cardenal como interlocutor del Gobierno cubano para abordar temas sensibles de la realidad cubana”.
La intervención de la Iglesia católica permitió en el 2010 la liberación de una cincuentena de presos de conciencia en la Isla.