El Gobierno de Honduras solicitó y obtuvo la renuncia de su embajador en Colombia, Carlos Rodríguez, tras estallar el viernes el escándalo en el que está directamente involucrado un empleado de confianza del diplomático como supuesto organizador de la fiesta.
El canciller Arturo Corrales nombró una comisión especial para investigar el caso, la cual ayer “rindió su informe al secretario de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores”, precisó un comunicado oficial.
El incidente no solo es bochornoso para el servicio exterior hondureño, sino que estaría en juego información clave, sobre todo en temas de cooperación con Colombia en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, apuntó el periódico hondureño El Heraldo , que reveló el caso.
Según el diario, el guardaespaldas y amigo personal del embajador, identificado como Jorge Mendoza, organizó en la sede diplomática una fiesta con prostitutas el 20 de diciembre para celebrar la Navidad, en la que más allá de la orgía, fueron robadas computadoras y teléfonos móviles de las oficinas.
Versiones periodísticas locales indicaron que las prostitutas efectuaron el robo y defecaron en los escritorios del embajador y el agregado comercial, coronel Sergio Gómez, porque Mendoza no habría pagado sus servicios sexuales.
Radio Caracol de Bogotá dijo que los protagonistas serían travestis, pero eso no lo confirmó la policía colombiana, que ha anunciado que investiga el hecho.