Bahía. AFP y EFE. El Gobierno del estado de Bahía negocia a toda prisa con unos 200 policías huelguistas, a fin de solucionar el conflicto que impera desde hace una semana y que pone en riesgo la seguridad de los próximos carnavales y la llegada de decenas de miles de turistas.
El gobernador, Jacques Wagner, confía en una “salida negociada” con los atrincherados, quienes tomaron el edificio del Parlamento, acompañados por sus familias.
Además de un incremento salarial, los agentes reclaman un indulto para los 12 líderes de la protesta, contra quienes la Justicia emitió órdenes de arresto, y la amnistía para los policías paralizados.
Aunque el Gobierno acordó conceder un aumento de 17% más en su sueldo, de manera progresiva y en tres años, rechazó la amnistía.
“Los que violaron la ley, depredaron patrimonio público, o empuñaron armas y amenazaron a la población dentro de autobuses, tendrán que ser procesados”, denunció el gobernador ayer.
El arzobispo de Salvador, Murilo Krieger, participa como mediador en unas negociaciones que se apresuran aún más por la llegada de tres millones de participantes para el carnaval, el cual inicia el 16 y termina el 21 de febrero.
Bahía se hunde en una crisis de delincuencia desde el inicio la huelga que los dejó sin policías.