El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que la administración iba a presentar el jueves una primera factura de $69 millones a British Petroleum (BP) para reembolsar a los contribuyentes, conforme a la ley estadounidense en estos casos.
Hasta ahora, el grupo BP, al que la marea negra ya le costó $1.000 millones, solo había acumulado fracasos en sus intentos de detener el escape desde el 22 de abril; sin embargo, ayer logró cortar el ducto subterráneo del pozo dañado, donde se origina la fuga.
La delicada operación a 1.500 metros bajo el nivel del mar, gracias a “tijeras gigantes” accionadas por robots, debería permitir la posterior colocación de un embudo capaz de recuperar el crudo que sigue fluyendo para luego llevarlo a un barco en la superficie.
Esta sería una solución temporal pues la fuga solo podrá detenerse por completo quizás en agosto, cuando concluyan dos perforaciones hasta el fondo del pozo, localizado a cuatro kilómetros bajo el lecho marino.
El director de BP, Tony Hayward, indicó que el grupo podría saber en las próximas horas si la maniobra fue exitosa.
Como una señal de lo grave que es la situación, a 45 días del inicio de la peor marea negra de la historia del país, la Casa Blanca anunció que el presidente Barack Obama haría hoy su tercera visita a la región del golfo de México desde la catástrofe. El político irá a la costa de Luisiana, ya contaminada.
El derrame se acerca ahora a las playas de Florida y obligó a clausurar la pesca en un tercio del golfo de México. Algunas manchas de petróleo se divisaron en las últimas horas en el mar a una decena de kilómetros de la playa de Pensacola, importante centro turístico de Florida, y los meteorólogos ya dijeron que es casi seguro que la mancha llegue a las costas estos días.
La mancha “debería alcanzar las costas del estado en las próximas horas”, dijo un funcionario de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Florida.
“Los teléfonos dejaron de sonar en busca de reservas”, dijo Laura Lee, que trabaja para Visit Pensacola, la oficina de turismo local.
“Las playas están abiertas, el agua es segura y no tenemos impactos de petróleo”, pero los hoteles vieron un derrumbe en el número de reservas por el temor que genera el acercamiento de la marea negra, lamentó Lee.
Fitch anunció en un comunicado que rebajaba de “AA+” a “AA” con perspectiva negativa la nota de British Petroleum (BP).
Por su parte, Moody's rebajó la nota crediticia de BP de “AA1” a “AA2”, al considerar que la marea negra supone costos importantes para contenerla y limpiarla, aparte de gastos legales importantes.
El derrame ya casi triplicó su tamaño en un mes y tiene una dimensión de 24.400 km², más del doble que la isla de Jamaica según imágenes satelitales recientes.