“Estamos decepcionados. No fuimos capaces de controlar el flujo del pozo. La fuga era demasiado importante”, declaró Bob Dudley, director general de BP a la cadena CNN, tras constatar que el intento de inyectar restos sólidos en el pozo no había logrado detener el escape de crudo.
BP volverá a una solución parecida a la tapadera de confinamiento que fracasó a principios de mayo por la formación de hielo bajo el efecto del gas y del agua.
“Si podemos contener el flujo del pozo entre ahora y agosto y hacer que el petróleo no se derrame en el mar, sería una salida positiva. Luego, si logramos parar totalmente el derrame gracias a un pozo secundario, también sería una buena noticia”, explicó Dudley.
Al menos 20 millones de galones se han vertido al océano desde que comenzó el desastre cinco semanas atrás, amenazando con una catástrofe ambiental y económica a lo largo de cientos de kilómetros de costa en Estados Unidos.
La marea negra del golfo de México es “probablemente la peor catástrofe ecológica que hayamos enfrentado en este país”, declaró en tanto Carol Browner, quien es consejera de Barack Obama en temas ambientales.
“Es, sin ninguna duda, la peor marea negra”, agregó Browner en declaraciones al programa dominical
Los ingenieros bombearon unos 30.000 barriles de lodo pesado hacia la tubería dañada en el suelo marino, para ahogar el vertido de crudo y luego sellar el ducto con cemento. Pero el sábado se anunció el fracaso del operativo denominado
Se trata del fracaso más reciente para BP que, pese a una serie de operativos de alta tecnología en las últimas semanas, ha sido incapaz de contener el desastre, el cual comenzó con la explosión el 20 de abril de la plataforma petrolera
Los esfuerzos ahora se centrarán en cortar los ductos dañados que están recostados en el suelo marino, luego instalar un artefacto de contención que pueda retener el petróleo y finalmente bombearlo a la superficie.
La operación será conducida por robots operados a control remoto en el suelo marino, según anunciaron directivos de BP, a casi 1.500 metros debajo del lugar donde explotó la plataforma.