Mientras, en Washington, los ejecutivos de BP, Transocean y Halliburton cumplían un segundo día de audiencias en el Congreso.
Los expertos daban los toques finales al operativo para instalar a 1.500 metros de profundidad la rediseñada cámara de contención, de la que sale una larga cañería por la cual se pretende bombear el crudo del pozo dañado con la explosión y posterior hundimiento de la plataforma de BP hace tres semanas.
Tras un fallido intento de poner la estructura con forma de cúpula en el suelo marino, los equipos al mando de BP bajaron una nueva tapa, más pequeña, de 1,6 toneladas y unos 2,4 metros de altura.
El gobierno de Barack Obama propuso ayer elevar de ocho a nueve centavos de dólar por barril el impuesto a las petroleras para indemnizaciones contra derrames, y llevar a $1.500 millones el tope del fondo que asegura el financiamiento de limpieza y daños en caso de fuga de crudo.