Washington
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció, este lunes, el desmantelamiento de una importante red de piratas informáticos que robó varios millones de dólares a empresas y a consumidores a través de computadoras infectadas en una decena de países.
"Gameover Zeus es la red más sofisticada que el FBI y nuestros socios han intentado desmantelar jamás", declaró Robert Anderson, un alto funcionario de la policía federal, en una rueda de prensa en Washington.
El virus Gameover Zeus, que apareció en setiembre de 2011, tenía como principal objetivo robar las informaciones bancarias y otros datos confidenciales en discos duros infectados.
De acuerdo con los investigadores del FBI, sería el responsable de pérdidas por más de $100 millones tras haber infectado a entre 500.000 y un millón de computadoras en el mundo, una cuarta parte de estas en Estados Unidos.
Su administrador, el ruso Evgeni Mijailovich Bogachev, de 30 años, fue inculpado por un gran jurado de Pittsburgh, en Pensilvania (este), de piratería informática, fraude financiero y bancario y blanqueo de dinero.
El Departamento de Justicia anunció, además, el desmantelamiento de otro virus informático, llamado Cryptolocker, que apareció en setiembre de 2013. Este encriptaba computadoras y exigía a las víctimas un pago a cambio de la contraseña para acceder nuevamente al equipo. El "rescate" ascendía a menudo a los 700 dólares por víctima, generando más de 27 millones de dólares en dos meses de actividad en más de 234.000 computadoras infectadas.
El virus llegaba a las computadoras en general en un correo electrónico con un mensaje de audio o con la confirmación de una entrega.
También en este caso, Bogachev, identificado con los alias "Slavik" y "Pollingsoon", está acusado de haber orquestado esta amplia estafa informática, según una demanda interpuesta en Nebraska (centro).
"Bogachev y los miembros de su red inventaron y perpetraron el tipo de ciberdelitos que usted no creería en un film de ciencia-ficción", declaró Leslie Caldwell, fiscal general adjunta.
Los investigadores estadounidenses trabajaron conjuntamente con las policías de Australia, Holanda, Alemania, Francia, Italia, Japón, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Canadá, Ucrania y Reino Unido, así como con el Centro Europeo de Cibercimen (EC3), según un comunicado.