El Cairo. AP. Los generales que gobiernan Egipto son objeto de crecientes críticas internas y externas por el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados, incluidas mujeres, en su intento por aplastar el movimiento democrático que les exige que dejen el poder en manos de civiles.
Al menos 14 personas han muerto en cinco días de enfrentamientos, en los que soldados utilizaron armas, gases lacrimógenos y porras para disolver las protestas en la plaza Tahrir de El Cairo y sus alrededores, donde hay edificios importantes del Gobierno.
Soldados y policías antidisturbios irrumpieron de nuevo ayer por la mañana en la plaza Tahrir en su intento más reciente por expulsar del lugar a los manifestantes, dijo un médico en un hospital de campo y que fue testigo de la represión.
El médico Ahmed Saad informó de que un activista de 15 años estaba grave después de sufrir una herida de bala en el ataque de ayer.
Los soldados y policías inicialmente desalojaron exitosamente a los manifestantes de la plaza, pero estos regresaron poco después, utilizando una ruta distinta. Las fuerzas de seguridad se retiraron de la plaza luego de una serie de enfrentamientos en los cuales ambos bandos se lanzaron piedras.
Fue el segundo operativo que las fuerzas egipcias realizan antes del amanecer en el mismo número de días en la céntrica plaza.
Muchos de los inconformes difundieron por Internet algunas de las imágenes más brutales. En una de las escenas, soldados arrastran por el suelo y pisotean a una mujer joven semidesnuda.
Las imágenes suscitaron la ira de la titular de DD. HH. de la ONU, así como una crítica inusual de la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Rodham Clinton.