“Es inimaginable que una prolongada crisis de lento crecimiento en el norte desarrollado no tenga repercusiones, más tarde o temprano, en el resto del mundo, y particularmente en nuestros países”, afirmó el secretario iberoamericano, Enrique Iglesias.
España y Portugal llegan a la cita sumidos en la profunda crisis de deuda que golpea la eurozona, mientras sus excolonias están en crecimiento, sostenidas por la demanda mundial de alimentos y materias primas, principalmente.
“América Latina pasa por un muy buen momento. La Cumbre puede servir para reforzar las relaciones entre los países”, sostuvo el jefe del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada a Asunción.
La reunión, que tiene como tema dominante “La transformación del Estado y el desarrollo”, se realiza con la ausencia récord de diez de los mandatarios invitados.
Las tres presidentas de los países del foro (Argentina, Brasil y Costa Rica), además de los mandatarios de Colombia, Cuba, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, se excusaron de asistir. Las ausencias han sido lo más comentado por la prensa.