Manila. AFP. Benigno Aquino, de 50 años, que encabeza los resultados aún parciales del escrutinio de votos, se encaminaba ayer hacia un rotundo éxito en la elección presidencial en Filipinas.
Al terminar unos comicios que parecen inclinarse abrumadoramente a su favor, Aquino obtenía algo más de 40% de los votos de 37,5 millones de sufragios escrutados.
Su principal adversario, el expresidente Joseph Estrada, que obtendría 25% de los votos (una diferencia insuperable) declaró que esperaría el final del escrutinio para declararse vencido.
El próximo presidente filipino, que sucederá a Gloria Macapagal Arroyo, quedará elegido por mayoría simple al término de unos comicios de una sola vuelta.
“Noynoy” Aquino es hijo de la expresidenta Corazón Aquino y de su marido, Benigno “Ninoy” Aquino, asesinado a su vuelta del exilio, ambos muy populares por haber dirigido el restablecimiento de la democracia en Filipinas, en la década de los 80, después de la dictadura de Ferdinand Marcos.
Por primera vez, el país usó un sistema de votación electrónica, que tuvo algunos problemas técnicos, pero redujo el tiempo de recuento de votos.