First Lady Michelle Obama Lauches Let's Move with the NFL NEW ORLEANS - SEPTEMBER 08: U.S. first lady Michelle Obama gets the football during a drill from NFL commissioner Roger Goodell during the NFLs Play 60 campaign to fight childhood obesity at Brock Elementary School September 8, 2010 in New Orleans, Louisiana. Obama joined NFL Commissioner Roger Goodell and former NFL coach Tony Dungy to promote the Play 60 campaign and the NFL's newest efforts to support Let's Move! Chris Graythen/Getty Images/AFP== FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY == (Chris Graythen)
Michelle Obama pasará a la historia de EE. UU. como la primera dama que hizo lagartijas en televisión nacional y bailó el paso del ‘robot’ en vivo frente a miles de personas para crear conciencia sobre el problema de la obesidad.
Lo que nunca hicieron Nancy Reagan, Bárbara Bush, Hillary Clinton o Laura Bush, Obama (y el buen estado de sus articulaciones) sí: rebajar la envestidura de primera dama a forma humana, específicamente, la de una mamá impulsora de la comida sana y el ejercicio en niños y adolescentes.
Lanzado en el 2009, el programa de Obama Let's Move! es una de varias iniciativas oficiales creadas contra un mal que vuelve tareas simples, como subir gradas o arrodillarse a enchufar un cargador, en proezas físicas para obesos, si es que sus cuerpos aún las permiten.
Con 35,7% de adultos obesos (112,3 millones de 314,5 millones), los datos del Centro para Control y Prevención de Enfermedades plantean un escenario antes irreal: a este ritmo, toda una generación se expone a morir antes que sus padres.
La obesidad, junto con las tasas de enfermedades ligadas a esta y los costos de atención en salud, van camino de aumentar “de manera espectacular” en todos los estados en los próximos 20 años, indica el informe Cómo la obesidad amenaza el futuro de EE. UU. , publicado este año por la Fundación para la Salud de EE. UU. y la Fundación Robert Wood Johnson.
Si la enfermedad sigue su ritmo actual, en el 2030 la obesidad de adultos en 13 estados superará el 60% de sus poblaciones, será al menos del 50% en 39 estados y en los 50 estados excederá el 44%.
La ingestión excesiva de “comida chatarra”, tentadora al paladar, haría que los nuevos casos de diabetes tipo 2, males coronarios, derrames, hipertensión y artritis crezcan hasta 10 veces del 2010 al 2020 y, de nuevo, se dupliquen para el 2030, dice la investigación.
En el 2008, el gasto en salud por obesidad sumó $147.000 millones, 9% del gasto total en salud. Sin embargo, la obesidad podría costar $344.000 millones en el 2018 (21% del total), alerta un estudio en americashealthrankings.org
En 30 años cambió todo. Estos cálculos quizás expliquen por qué la primera dama acepta sudar un poco ante cámaras en carreras de saco o bailar “hula-hula”; así expone a este asesino silencioso.
Según lo explica el sitio de Let's Move! , hace 30 años la mayoría de personas llevaba vidas que las mantenían en un peso sano.
Los niños caminaban a la escuela, corrían en el recreo, iban a clases deportivas y, antes de cenar, jugaban horas en la calle.
En las casas se servían más comidas caseras y en porciones razonables. Al menos una verdura era visible sobre el plato. La comida rápida era un lujo ocasional.
Hoy, los escolares van y vienen en carro o autobús a las aulas y pasan la tarde ante el televisor, Internet o una consola de juegos. Con papás ocupados como nunca, el “sueño americano” mastica más pizza y hamburguesas.
Washington ha creado leyes para sanear la comida escolar, alianzas con proveedores de alimentos y decenas de planes con empresas y grupos para inculcar a padres e hijos la cultura del ejercicio y la alimentación sana.
Pasarán años para medir el impacto del esfuerzo, pero ahora, al menos, hamburguesas y ensaladas se venden juntas en las cadenas de comida rápida. Hace unos años no era así.