Kabul. AFP. El presidente afgano, Hamid Karzái, acusó ayer a EE. UU. de no cooperar en la investigación de la masacre de 16 afganos , de la que se acusa a un sargento estadounidense, quien fue llevado ayer a su país natal.
“El Gobierno afgano no recibió ninguna cooperación por parte de Estados Unidos para que se le entregue al soldado estadounidense” sospechoso de haber matado a los civiles, deploró Karzái después de haber recibido en el palacio presidencial a una treintena de familiares de las víctimas de la matanza del domingo.
“Esto dura desde hace demasiado tiempo. Este comportamiento no puede seguir tolerándose. No reclamamos dinero, queremos justicia”, añadió.
“Se trata de un acto intencionado perpetrado por estadounidenses”, subrayó a propósito de la matanza, y agregó: “Queremos que nos respondan cuando les preguntemos por qué han matado a civiles y queremos que sean castigados”.
Kabul ha reclamado que el culpable sea juzgado en Afganistán. Sin embargo, Washington lo llevó ayer a la base de Fort Leavenworth, en Kansas: su nombre es Robert Bales, sargento de 38 años.
Varios familiares de las víctimas recibidos por Karzái afirmaron que entre 15 y 20 soldados estadounidenses, y no únicamente uno como anunció el Ejército estadounidense, estaban implicados en la matanza del domingo. No obstante, sus afirmaciones no pudieron ser comprobadas.
Alianza se mantiene. Pese a la queja y creciente malestar social en suelo afgano, ayer todavía tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, como Karzái, reafirmaron tras una conversación telefónica que sigue en firme el retiro de las fuerzas internacionales de Afganistán a finales del 2014, anunció ayer la Casa Blanca.
El jueves, Karzái indicó que su gobierno planeaba asumir desde el 2013 la seguridad en el país en reemplazo de las fuerzas de la OTAN y no en el 2014 como estaba previsto.
No obstante, según el comunicado de la Casa Blanca, ambos presidentes reafirmaron que “las fuerzas afganas acabarían el proceso de transición y asumirían la responsabilidad de la seguridad en el conjunto del país a finales del 2014”.
Menos de una semana después de la masacre de civiles, ambos aceptaron “discutir antes las inquietudes formuladas por el presidente Karzái sobre la presencia de las tropas extranjeras en pueblos afganos”.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó ayer que los dos mandatarios habían evocado “la preocupación de larga data de Karzái por las incursiones nocturnas y registro de casas”.