En el imaginativo social sonrojarse es sinónimo de vergüenza, timidez o culpa; no obstante, la realidad para quienes sienten la sangre en sus mejillas con frecuencia es que esta es más bien un abre bocas del qué dirán.
En el imaginativo social sonrojarse es sinónimo de vergüenza, timidez o culpa; no obstante, la realidad para quienes sienten la sangre en sus mejillas con frecuencia es que esta es más bien un abre bocas del qué dirán.