El Sistema Nacional de Contralorías de Servicios (SNCS) tiene más funciones que herramientas para cumplirlas, dice un reportaje publicado por este diario el 24 de julio. La definición es lapidaria y retrata la ineficacia de un mecanismo creado en 1993 con la promesa de brindar respuesta a los ciudadanos frustrados por los desencuentros con la burocracia, tan comunes que casi ningún costarricense ha dejado de experimentarlos.