Las tiendas de juguetes sexuales o <em>sex shops</em> las vendían como suplementos alimentarios, multivitamínicos o productos naturales para combatir la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y aumentar la libido en la mujer. En realidad, eran pastillas y cápsulas sin registro sanitario y con ingredientes químicos, por lo que se deben vender con receta médica.