Los alimentos que los adultos acostumbramos a consumir no son necesariamente adecuados para los niños, por ejemplo el café, la sal o la miel, dicen expertas en nutrición.
Los alimentos que los adultos acostumbramos a consumir no son necesariamente adecuados para los niños, por ejemplo el café, la sal o la miel, dicen expertas en nutrición.